domingo, 13 de enero de 2013

Crítica Zero Dark Thirty


Zero Dark Thirty fue una de las grandes perdedoras de las nominaciones al Oscar, luego que su directora Kathryn Bigelow no fuera elegida como candidata en la categoría de Mejor Dirección. Filme bajo la polémica en Estados Unidos, con la CIA y el Senado criticando duramente la película por sus escenas de tortura, pero con el aplauso de la crítica y el público, la cual la premió con 24 millones de dólares en su fin de semana de estreno. La historia de la cacería a Osama bin Laden es una brillante experiencia, digna de apreciar por los ojos del mundo.

La cinta trata sobre el grupo de agentes que trabajó durante años en una misión que parecía casi imposible: encontrar y capturar al líder de Al Qaeda, responsable de los atentados ocurridos el 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos. En ese sentido, la historia se centra en Maya (Jessica Chastain), quien durante años se enfocó en la búsqueda de Bin Laden.

La pelirroja es retratada como una mujer fría, que cumple con su rol, y es uno de más de los tantos hombres y mujeres que trabajan en eso. Asiste a las torturas y no refleja humanidad, ve los interrogatorios y no pestañea un segundo. Fuera de eso, es una mujer normal, que toma copas con sus compañeros, que puede que tenga un interés romántico y que sufre con los destinos de su trabajo. Un rol duro, en una profesión que no sabe de tiempos libres, de conversaciones intrascendentes ni de vacaciones o periodos de descanso. Salvo breves interacciones más personales, anécdotas mínimas o risas pequeñas, la vida de ellos es centrarse únicamente en las pistas que lleven al premio mayor, el hombre al mando del núcleo terrorista.

La cinta avanza con un ritmo demoledor, merced a un estilo narrativo perfecto de la mano de la dupla del guionista Mark Boal y de Bigelow. Las secuencias son sencillamente extraordinarias, con una Bigelow que se supera tras su labor en The Hurt Locker y que demuestra que lo suyo son los filmes de este tipo. En materia actoral en tanto, la estrella y única protagonista es Chastain. La actriz de The Help y Take Shelter personifica un rol duro, con un halo de frialdad que va creciendo a medida que se va adentrando más en su casi obsesión por encontrar a Bin Laden y a las consecuencias que lleva eso. La escena en la que un detenido le implora ayuda, es magistral. Y también lo es su imagen final. La diversidad de roles que ha encarnado Chastain en los últimos dos años es enorme, y en todos ha salido bien parada. Actriz en alza, que ya demostró que no es promesa, sino que es una de las grandes. El resto del cast tiene poca participación, destacando un poco más la aparición de Jason Clarke y Jennifer Elhe.


Zero Dark Thirty es un trabajo maduro y consagratorio por parte de Bigelow. Injustamente afuera de la categoría de dirección en los Oscar, justo en la ocasión que ingresa por la puerta grande de las mejores realizadoras del cine mundial. Secuencias extraordinarias, guión brillante, fotografía inmensa y una Chastain sobresaliente. No hay patriotismo exacerbado, ni hay una velada crítica. El escándalo que ven los políticos en Estados Unidos no existe. La polémica no debe manchar lo que es una gran obra. Una de las noticias más grandes del siglo XXI, tuvo una justa y necesaria revisión cinéfila.

Calificación: 9

1 comentario:

Daniel Bermeo dijo...

Me gusta sobre todo el último párrafo de tu gran critica, y coincido en cada palabra :)

Zero Dar Thirty un thriller de gran envergadura y un trabajo apasionado y apasionante.

Un abrazo.